Las grúas y equipos de elevación son equipos fundamentales en el entorno de la construcción. Estos se desenvuelven en un oficio reconocido por su alto riesgo en Colombia.
El riesgo es una presencia constante, y a medida que aumenta el tamaño de los equipos, también lo hace la magnitud de los riesgos a los que se enfrentan.
Sin embargo, es importante destacar que, paradójicamente, a medida que los riesgos se vuelven más imponentes con grúas más grandes, también se intensifica la gestión del riesgo. Este enfoque más riguroso se justifica por la consideración de que los equipos más grandes pueden considerarse más peligrosos. En situaciones donde los riesgos son más pequeños, la magnitud de un accidente puede no ser tan significativa, pero la probabilidad de que algo ocurra puede capitalizarse con más facilidad. Se destaca que manejar un equipo más pequeño es más sencillo para una persona experta.
Entrando en el análisis de los riesgos inherentes, se observa que la grúa telescópica y la grúa de celosías son protagonistas en informes de accidentalidad. Esto se atribuye no solo a su prevalencia, ya que son los equipos más utilizados con diferentes capacidades, modelos y marcas, sino también a su movilidad. Dado que estas grúas se desplazan entre diversos proyectos, existe una tendencia a pasar por alto ciertos elementos de seguridad por conveniencia y agilidad. Aquí radica uno de los primeros desafíos: la movilidad, que a su vez destaca la importancia de una gestión cuidadosa.
En cuanto a quiénes son más propensos a sufrir accidentes, se señala a aquellos que no están directamente vinculados a la operación y carecen de comprensión sobre las actividades en desarrollo. Los visitantes, personal externo y aquellos que no entienden las tareas específicas, como el montaje de una torre grúa o la colocación de paneles prefabricados, suelen estar en mayor riesgo. Además, se enfatiza la vulnerabilidad de roles cruciales como el aparejador, encargado de señalar e indicar la carga, esta persona suele estar más
La estadística revela que los aparejadores comparten una parte considerable de la responsabilidad en los accidentes. Esta atribución se explica por las condiciones difíciles que pueden enfrentar, como un plan de izaje deficiente, aparejos en mal estado o una carga que supera la capacidad de la grúa.
El análisis de riesgos también destaca que quienes sufren accidentes generalmente no están familiarizados con las tareas específicas que se están llevando a cabo. Este hecho resalta la importancia de la capacitación y la comprensión de la operación y sus riesgos asociados. Además, se subraya la importancia de roles específicos, como los aparejadores y quienes están directamente vinculados a la carga, quienes deben recibir una capacitación especializada y constante debido a la gran responsabilidad que asumen en la toma de decisiones.
Es crucial comprender que los riesgos no se limitan a factores mecánicos o técnicos; el componente humano desempeña un papel crucial. La falta de conocimiento, la inexperiencia y la falta de formación en el manejo de equipos son factores que aumentan el riesgo de accidentes. Aquí, se insiste en que la capacitación no es solo un requisito, sino una herramienta esencial para mitigar riesgos y garantizar operaciones seguras y efectivas.
En el análisis de riesgos, se enumeran 10 categorías clave que influyen en la seguridad durante las operaciones con grúas. Estas van desde equipos deficientes y condiciones cambiantes hasta demandas poco realistas y errores de operación. Entre estos, se destaca la necesidad de mantener los equipos en condiciones mecánicas óptimas, con registros de mantenimiento y certificaciones adecuadas.
En resumen, el análisis de riesgos en las operaciones con grúas subraya la complejidad inherente de este entorno de trabajo. La gestión adecuada de riesgos requiere una combinación de capacitación, planificación meticulosa y adaptabilidad a las condiciones cambiantes. La seguridad no solo depende de la tecnología y los equipos, sino también del factor humano, destacando la importancia de la formación continua y la toma de decisiones informada.